El cáncer es una de las primeras causas de muerte en el mundo y aunque el número de casos va en aumenta, la detección temprana y los avances en los tratamientos han mejorado el pronóstico y la sobrevida de los pacientes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen 25 millones de personas en el mundo que son sobrevivientes de cáncer. Y por consiguiente la mayoría experimentan efectos secundarios derivados de la enfermedad y sus tratamientos, los cuales pueden perdurar en el tiempo o incluso provocar algunas otras complicaciones.
Las intervenciones terapéuticas como la radioterapia, quimioterapia, cirugía, terapia endocrina, etc., pueden causar efectos secundarios agudos o a largo plazo, que tienden a disminuir la capacidad funcional y reducir la vida de los pacientes con cáncer, algunos de los signos y síntomas asociados a los tratamientos son: dolor, fatiga, cambios cognitivos, infertilidad, menopausia precoz, cambios de peso corporal, alteraciones en la densidad mineral ósea, cambios en la musculatura, linfedema, alteración en su imagen corporal y su postura entre otros.
El 80-90% de los pacientes con cáncer de mama presentan fatiga durante la quimioterapia y alrededor de un tercio reporta que esta persiste meses e incluso años luego de finalizado el tratamiento sistémico, lo que conlleva a que el paciente ingrese a un ciclo vicioso de dolor que se perpetue provocando todas las complicaciones antes mencionadas por la falta de movimiento.Esto afecta de manera significativa a la calidad de vida y al autoestima, sin embargo el descanso no mejora la fatiga y es aquí donde es importante asesorar al paciente sobre todos los efectos adversos que la inactividad puede provocar en vez de ayudar.
La fisioterapia puede ayudar a reducir el dolor, la fatiga, mejorar la fuerza muscular, mantener o recuperar el rango de movimiento sobre todo del cuello y los hombros y tratar la linfedema, en términos generales busca ayudar a contrarrestar estos efectos colaterales con el objetivo de impactar en la calidad de vida de estos pacientes mejorando su bienestar con todas las diferentes técnicas terapéuticas con las que cuenta, pero siempre viendo al paciente de manera global. Cualquier persona de cualquier edad que haya padecido o padezca de esta enfermedad puede ser beneficiado por la Fisioterapia y en cualquier etapa del proceso.
Dentro de los programas de tratamiento en Fisioterapia esta la implementación del ejercicio de manera dosificada y sistemática que tiene beneficios fisiológicos y psicológicos.
El ejercicio físico debe ser individualizado, supervisado y progresivo como elemento clave a incluir en todos los pacientes oncológicos por los beneficios que aporta, siendo fundamental que sean prescritos por un especialista ya que existen muchos factores a considerar.
En conclusión es importante saber que existe otra herramienta de apoyo que es la Fisioterapia que poco se conoce y se utiliza y que puede cambiar la calidad de vida y las condiciones de estos pacientes
LIC. CLAUDIA JARAMILO VIVAS
FISIOTERAPEUTA
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